Procrastinando en línea ¿Cómo lo evitas en el trabajo?

Procrastinando en línea ¿Cómo lo evitas en el trabajo?

Si tu tipo de ocupación requiere que uses algún tipo de computadora u otro dispositivo con conexión a la web, entonces debes admitir que son muchísimas las distracciones que existen en internet para desviarte de tus deberes mientras trabajas. ¿O vas a negar que por momentos no has dejado de lado algo pendiente por hacer para revisar tu cuenta de Instagram o quizás ver trailers de películas en YouTube? ¿Te identificas?

Sean cuales sean tus hobbies en línea, estos pueden convertirte en un verdadero procrastinador si no estás suficientemente atento. Y en el peor de los casos, muchas personas a veces ni caen en cuenta que lo están siendo.

Pero…¿qué es procrastinar?

Muchos en realidad saben qué es esto pero no sabían cómo llamarlo y, para ser sincero, el término no es una gran novedad. Sin embargo, mucha gente ignora su significado.

Bueno, seguimos… a lo mejor ya habías leído en algún lado de qué se trata esto o quizás alguien alguna vez te explicó a qué se refiere esta palabra. ¿Ves? Ya estoy procrastinado para decírtelo. De forma sencilla, procrastinar es dejar una tarea usualmente importante para después, reemplazándola por otras actividades de menor relevancia y que generalmente nos causan mayor satisfacción. En otras palabras, es buscar excusas para evadir tus responsabilidades más urgentes pero más complicadas o exigentes.

¿Por qué tendemos a ser procrastinadores?

Las razones por las cuales estiramos al máximo el momento previo al comienzo de algo importante que debemos hacer varían notablemente. Muchas causas son muy comunes, otras más puntuales.

Entre las razones, o mejor dicho excusas, más usuales que nos damos para proscrastinar, tenemos:

  1. La tarea o actividad de verdad representa un reto para mí y no sé por dónde comenzar. No me siento capaz.
  2. Me exige invertir una considerable cantidad de tiempo y debo tener otras cosas listas primero.
  3. Tengo mucho tiempo de sobra antes de la fecha u hora límite.
  4. Debo empezar en las condiciones más óptimas según mi punto de vista.
  5. El tema, las personas o el ambiente no me motivan.
  6. O simplemente, siento pereza.

Estas y otras auto-justificaciones en realidad se derivan de un fenómeno con el que nuestro cerebro nos sabotea y que algunos denominan efecto de urgencia.

Según un artículo del columnista del New york Times, David Ramos, ante una situación de urgencia, el cerebro coloca las recompensas a largo plazo por debajo de la satisfacción inmediata. En otras palabras, elegiremos hacer cosas placenteras más sencillas que iniciar aquello que nos dará una recompensa mayor a cambio de nuestro esfuerzo.

Ahora, ¿cómo ocurre esto en línea?

Bueno recordemos que, como mencioné antes, internet ofrece un sinfín de maneras para distraerse. Entonces, una vez que en tu lugar de trabajo te asignan una tarea que te resulta algo desafiante o tediosa, es posible que seas víctima de la procrastinación.

Puede entonces que antes de centrarte en tu labor, des un paseo por tu muro de Facebook, hagas alguna transacción bancaria, leas algunos tweets sobre lo que está ocurriendo actualmente o inclusive te encadenes un rato a ver los memes y videos divertidos que te envían por Whatsapp.

Es bastante fácil desviarse del deber cuando puedes disfrutar de varias cosas casi al mismo tiempo en varias ventanas y  así permitirse a sí mismo sentirse bien por un rato.

Esto ocurre aún más en los lugares de trabajo en donde no existe un control arduo de monitoreo de actividades o en el caso de una persona que trabaja de manera independiente, sin jefes ni horarios fijos.

¿Cómo puedes tratar de evitar la procrastinación?

Hay varias recomendaciones para no dejar que tu atención se estanque en actividades triviales cuando tienes cosas relevantes con que cumplir en tu trabajo.

Acá te dejo varias que me parecieron muy prácticas:

  1. Planifica tus acciones.

Visualizar con antelación las cosas que debes hacer para llegar a un fin realmente te ayuda a tener un panorama más claro de los pasos a seguir. Esto al mismo tiempo descarta todas esas razones que tengan que ver con ¿por dónde empiezo? Si tu tarea abarca varios días, organiza y planifica lo que necesitas hacer un día antes.

  1. Dedica un tiempo limitado a una sola tarea.

Si la razón por la cual evades comenzar a realizar algo es porque piensas que te demorarás mucho haciéndolo, entonces resulta muy positivo tomar cierta cantidad de minutos, quizás 25 o 30, para concentrarte en trabajar exclusivamente en cosas relacionadas con un solo objetivo. Al finalizar el tiempo estipulado, te das un break de 10 o 15 minutos y luego continúas.

  1. Mantén tu entorno organizado.

 Cuando tu lugar de trabajo y todo lo que necesitas está en orden, evitas que antes o durante la realización de una tarea tengas que tomar tiempo para dedicarte a ubicar esas notas o archivo que te falta para arrancar o continuar. Esto es aún más importante si el desorden literalmente entorpece tus actividades.

  1. Separa en partes pequeñas.

Si una tarea o actividad involucra muchos pasos o información, haz tu mejor esfuerzo por desenredar ese todo y clasificar las partes, identificando lo más sencillo para luego pasar a lo más complejo. También, puedes solicitar ayuda de alguien que sepa un poco más del asunto que tú o, de ser posible, delega ciertas obligaciones.

Con respecto al trabajo en línea, te recomiendo:

  1. Revisar tus propias redes sociales lo menos posible, sobre todo si tienes algo pendiente con que cumplir a corto plazo.
  2. No abrir muchas ventanas, esto te lleva a desear echar un vistazo a lo que contienen, especialmente si son de perfiles de tus redes personales.
  3. Silenciar los grupos de whatsapp en los que te envíen contenido de ocio.
  4. Observar videos extensos sobre algo que no sea útil para tu tarea.
  5. Desactivar temporalmente notificaciones en tu escritorio o pantalla que te inviten a revisar tus redes o algunos sitios en particular.

Una o más de estas recomendaciones pueden ayudarte a dejar de ser un procastinador en tu lugar trabajo; y sí, ¿por qué no? fuera de él también. Todo esto no quiere decir que debes estar trabajando segundo tras segundo durante tu jornada laboral sin ningún descanso. O que mientras trabajas no puedas hacer algo que te dé satisfacción, pero tienes que estar muy pendiente que esas acciones no sean en realidad vías de escape ante tus obligaciones. Entonces dinos…¿eres un procrastinador on line?